10 poderosas razones (y 1 vídeo) que te empujarán a hacer el mítico trekking del circuito de los Annapurnas (Nepal)

 

El trekking del circuito de los Annapurnas es considerada por muchos la mejor ruta de trekking del mundo.

“Himalayas… Nepal… Ochomiles… Annapurnas… Sherpas… Yaks…”

Son palabras casi mágicas.

Forman parte del vocabulario con el que se escriben las grandes hazañas y aventuras épicas del hombre en la montaña.

Esta ruta impresionante de unos 20 días también se escribe con estas palabras.

Aunque en más de una ocasión el diccionario no alcanza para poder describir esta experiencia difícil de olvidar.

Sigue leyendo y entenderás por que…

 

#1. Paisajes IN-CRE-Í-BLES.

Este trekking es muy completo y te regala una diversidad brutal de paisajes.

Comienza a 800 m de altitud y se eleva hasta los 5.430 m de Thorong La Pass para luego volver a bajar por el otro lado del valle donde los paisajes cambian drásticamente.

Bosques, ríos, valles, paisajes alpinos, alta montaña, pueblos tibetanos, glaciares… Cada día ves algo diferente (y precioso).

#2. Thorong La Pass

Éste es el hito más importante de la ruta.

El que todo el mundo lleva en la cabeza y no es para menos. Se trata del paso de montaña más alto del mundo con sus 5.416 m de altitud.

Un buen reto y un lugar mítico donde mucha gente no puede evitar darse un abrazo.

Como curiosidad, aquí hay una pequeña “tea house” donde vive un hombre durante la temporada de trekkings (debe ser durísimo) y puedes tomarte un té si el frío y el cansancio te lo permiten

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#3. Mal de altura.

Sí, lo sé. No suena muy atractivo. El mal de altura es aquí un riesgo real a tener en cuenta y que hay que aprender a gestionar bien (pronto publicaremos un post al respecto).

Pero este trekking es una buena oportunidad para tener un primer contacto con el “MAM” (Mal Agudo de Montaña). Y para llegar a algunos lugares increíbles tendrás que aprender a convivir con él.

Esta ruta te ofrece múltiples opciones y “side treks” de aclimatación (Upper pisang, Ice Lake, Tilicho Lake…). Y sentir como se reduce el oxígeno con la altura dificultando tu marcha pero dando más valor a cada paso es una experiencia que (sí la haces bien) no vas a olvidar.

 

#4. Conocer gente de todo el mundo.

Podrás conocer a muchísimas personas durante la ruta. Nosotros lo llamaríamos el Camino de Santiago nepalí.  😉

Al tratarse de una ruta popular, de larga duración y con diversidad de alojamientos disponibles durante la marcha facilita el contacto con otras personas. Te vas cruzando con la misma gente en diferentes etapas o alojamientos y se crea un ambiente de gran familia que es muy bonito.

Nosotros aún mantenemos el contacto con gente que conocimos ahí y de hecho, a mitad del trekking nos unimos con un grupo de gente de todo el mundo (Canadá, EEUU, España, Suiza, Australia, Francia) con los que compartimos ruta y alojamientos durante 2 semanas hasta finalizar el trekking juntos.

Incluso seguimos juntos al acabar el trekking para recorrer parte de Nepal. (En total estuvimos más de 1 mes juntos!).

#5. Ochomiles.

Esta ruta te da la oportunidad de ver 3 de los 14 ochomiles (montañas de más de 8.000 m de altura) del mundo: Dhaulagiri (8.167 m), Annapurna I (8.091 m) y Manaslu (8.163 m).

Es un espectáculo impresionante y una oportunidad única que pocos trekkings (y tan accesibles) pueden ofrecerte.

#6. Cultura nepalí y tibetana.

Te permite conocer la cultura de Nepal en los Himalayas.

Cada día duermes en un pueblecito nepalí diferente. A muchos de ellos sólo pueden llegar las mercancías a caballo o a pie.

Puedes mantener conversaciones con los dueños de las tea houses alrededor del fuego (alimentado con caca de yak o de caballo, no es broma). Ver a los niños jugando en la calle. Como cocinan con fuegos de leña en sus cocinas tradicionales. Como labran sus tierras empinadas con sus bueyes o cuidan sus gallinas que corretean libres por el pueblo.

Ver sus templos y estupas. Probar su comida. Además de mucha montaña este circuito es cultural y un viaje que vale la pena solo por eso.

#7. Puentes colgantes.

Hay muchísimos, son muy fotogénicos y te regalan una vistas únicas. Eso sí, si tienes vértigo es un buen reto.

Conocimos a un chico israelí que tenía mucho vértigo y era una aventura verle cruzarlos. Demostró tener coraje y finalmente cruzó todos los que se pusieron en su camino (que no son pocos). Como dicen los nepalíes: “besari besari ” (pasito a pasito).

#8. Logística fácil.

El disponer de alojamientos a lo largo de todo el recorrido facilita muchísimo la organización del trekking.

No debes cargar la comida necesaria para cada día (esto supone una reducción grande en el peso a cargar), puedes rellenar agua en diversos puntos (obligatorio llevarse pastillas potabilizadoras o filtro), hay pequeñas tiendas donde comprar cosas que puedas necesitar, muchas tienen wifi, y disponen de mantas (hay gente que opta por no llevarse saco de dormir).

#9. El trekking del circuito de los Annapurnas es “modular”.

Desde hace algunos años han construido una carretera que si bien afea algunas zonas (no te preocupes por esto, en muchos tramos hay rutas alternativas donde puedes evitarla) ayuda a diseñar y planificar tu ruta y su duración.

Te da la opción de saltarte tramos utilizando un jeep lo que te permite acortar la duración total del trekking. Incluso hay un pequeño aeropuerto en Johmson  donde puedes coger un avión y mucha gente con poco tiempo lo usa como final de su ruta.

Para que te hagas una idea conocimos a unos vascos que hicieron 8 días de trekking (saltándose varias etapas en jeep por supuesto) y nosotros hicimos el recorrido integral en 25 días (con algunos de descanso).

#10. Superación personal.

Este recorrido es una oportunidad muy buena para retarte a ti mismo.

Te “obliga” a caminar durante muchos días seguidos aunque también te da opción a retirarte en muchos puntos. El trekking se convierte durante varios días o semanas en tu forma de vida donde tus únicas preocupaciones son avanzar y llegar hasta el siguiente punto y encontrar un lugar donde comer y dormir.

Te “obliga” a subir hasta más de 5.000 m de altura aunque en unas condiciones de seguridad altas. Es un buen reto aunque se puede realizar (en buena temporada) sin disponer de un material muy técnico y sin tener una forma física muy buena.

 

La satisfacción que te da conseguir tu objetivo después de tantos días es algo inigualable. Te das cuenta de que el esfuerzo te recompensa con días y lugares mágicos.

Y sobretodo, es una experiencia que seguro recordarás toda tu vida.

 

BONUS: ¿Necesitas más razones?

Las tienes en este vídeo…

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Y tú, ¿has hecho alguna vez alguna ruta similar? ¿Te gustaría hacerla? Cuéntanoslo en los comentarios…

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