No puedes ir más lejos. ¿Lo sabías?
Como lo oyes.
Si vives en España, esta frase es 100% cierta.
Nosotros tardamos 36 horas empalmando escalas casi sin esperas.
Eso sí, créeme, vale la pena.
Si te gusta la naturaleza y la aventura, tienes que ir a Nueva Zelanda.
Lo voy a repetir: si te gusta la naturaleza y la aventura, TIENES que ir a Nueva Zelanda.
Es ponerme a escribir sobre ella y empiezo a notar como mi corazón golpea más fuerte mi pecho y hasta noto los latidos en mi sien.
Me sudan las manos y recuerdo el aroma de ese mar salvaje y el sonido de una cría de foca a lo lejos que llama a su madre.
La extraña combinación del frío del mar y el calor que mi adrenalina provocaba en mi cuerpo cuando una “manada” de delfines Hector se acercó curiosa a nadar entre nosotros.
El vapor de agua en mi cara y el olor a huevos podridos en mi nariz cuando paseaba por un parque de Rotorua, ¡una ciudad!…
Los azules y blancos infinitos y mágicos al adentrarnos en una cueva glaciar.
Todo va al revés que aquí.
Cuando en España es de día, ahí es de noche.
Se circula por la izquierda.
Puedes ver a gente descalza caminando por el supermercado.
Una persona paseando a su perro en Kaikoura con una colonia de focas detrás.
Hacer kayak entre delfines y focas.
Pasear por un glaciar y luego bañarte en las hot pools con el agua humeante.
Hay ríos donde el agua baja caliente y la gente se baña de noche a la luz de las velas.
Su mascota nacional es un pájaro que no vuela, el kiwi.
Pueblos donde los maoríes cocinan comida enterrándola bajo tierra con el vapor de agua que emana del centro de la tierra.
Ciudades al lado de un lago donde puedes hacer TODOS (sí todos) los deportes de aventura.
Recorrer en kayak unos fiordos de aguas cristalinas mientras ves que a tu alrededor y por todos lados el agua baja por cascadas imposibles.
Un lugar donde un charco de barro puede estar ardiendo y burbujear.
Ver a leones marinos que persiguen a los pobres pingüinos asustados.
Un pingüino despistado entre un grupo de ovejas
Comerte una langosta en un puesto de “comida rápida” en la calle eligiéndola tú fresca de una nevera.
Visitar Hobbiton, el pueblo de los hobbits.
Puedes adentrarte en un río subterráneo con tu culo en un neumático y ver el firmamento en la oscuridad de la cueva (luego te lo explico 😉 ).
Si el cielo existe, el día que me muera espero llegar a un lugar que sea parecido a Nueva Zelanda.
NZ es EL PAÍS para los amantes de la naturaleza: glaciares, ríos, bosques tropicales, volcanes, géiseres, playas salvajes, y todo tipo de deportes al aire libre.
Sigue leyendo y comparto contigo nuestra lista de 5 lugares y 5 actividades increíbles de montaña y naturaleza que este país te puede ofrecer…
Índice clickable
- 1 1. ESPELEOLOGÍA, “BLACKWATER RAFTING” Y EL CIELO ESTRELLADO QUE CABE DENTRO DE UNA CUEVA (WAITOMO CAVES)
- 2 2. BICI DE MONTAÑA (MTB) ENTRE SECUOYAS GIGANTES (REDWOODS WHAKAREWAREWA FOREST)
- 3 3. JET BOAT DE VÉRTIGO HASTA EL PIE DE UNA CASCADA PODEROSA (HUKKA FALLS)
- 4 4. QUEENSTOWN O LA CAPITAL MUNDIAL DE LA AVENTURA (A VISTA DE HELICÓPTERO)
- 5 5. KAYAK ENTRE FOCAS (Y AVISTAMIENTO DE BALLENAS) EN KAIKOURA
1. ESPELEOLOGÍA, “BLACKWATER RAFTING” Y EL CIELO ESTRELLADO QUE CABE DENTRO DE UNA CUEVA (WAITOMO CAVES)
¿Espele y ver las estrellas?
¿Qué has bebido o tomado hoy Jorge, que se te va la cabeza?
¡No he tomado nada voz cursiva! He ido a las Waitomo Caves en NZ.
Bajo las verdes colinas de Waitomo se encuentra un laberinto de cuevas, simas y ríos subterráneos.
Su nombre proviene de las palabras maoríes: WAI (agua) y TOMO (agujero).
Aparte de las formaciones habituales que puedes encontrar en una cueva, este mundo subterráneo esconde un tesoro. Galaxias luminosas creadas por el brillo de unos gusanos luminiscentes.
La sensación de apagar el frontal y contemplar las “estrellas” en el silencio de la cueva es muy difícil de explicar pero muy fácil de recordar.
No lo vas a olvidar. NUNCA.
Nosotros las visitamos en la modalidad “blackwater rafting”, o lo que es lo mismo, con un flotador en el culo desplazándonos por los ríos subterráneos y alucinando con los “gusiluces”.
Es una buena “turistada” pero fue una experiencia muy bonita y también divertida. No creo que sea algo que hagas todos los días.
También puedes visitarlas en plan espele/ferrateo…
…hacer una tirolina…
… marcarte unos buenos rápeles…
…o en un tranquilo paseo en barca…
Dentro de la cueva no permiten hacer fotos así que las 4 últimas fotos (y también la siguiente) las he sacado directamente de su web.
Si quieres más información, aquí tienes el enlace de la empresa con la que lo hicimos.
Sin duda, un lugar mágico…
2. BICI DE MONTAÑA (MTB) ENTRE SECUOYAS GIGANTES (REDWOODS WHAKAREWAREWA FOREST)
Imagina que existe un bosque mágico de 55.000 hectáreas con helechos enormes, suelo volcánico y secuoyas gigantes que pueden llegar a los 60 m de altura.
Imagina que en este bosque hay infinidad de rutas para la bici, ordenadas por dificultad, en las que no te vas a encontrar a nadie caminando ni ningún biker de subida y con posibilidad de combinar diversos descensos en los que hay peraltes, saltos de madera…
¿Ya lo has hecho?
Pues deja de imaginar. Ese lugar existe y se llama Redwood Whakarewarewa Forest.
Puedes ver las rutas marcadas en el mapa.
Es lo más parecido a una estación de ski para bicicletas. Y sin forfait.
Un paraíso si lo tuyo es el MTB.
Rotorua es uno de los destinos más codiciados por los bikers y tiene fama mundial. Según la revista Australian Mountain Bike (AMB) Redwoods Whakarewarewa Forest es la joya de la corona del deporte de aventura de Rotorua.
Aquí están unas de las mejores pistas y rutas de mountain bike del mundo.
130 km de caminos por recorrer entre árboles exóticos, con vistas a lagos y a la actividad geotermal de Rotura entre nubes de vapor.
Llegamos aquí de casualidad porque se nos había estropeado la furgo en Rotorua y el del taller nos lo recomendó mientras esperábamos que la arreglasen.
Por la zona podrás encontrar fácilmente lugares donde alquilan bicicletas.
Sólo te voy a decir que una vez lo probamos, no queríamos que arreglasen la furgo y deseábamos quedarnos ahí varios días.
Aquí tienes más info.
3. JET BOAT DE VÉRTIGO HASTA EL PIE DE UNA CASCADA PODEROSA (HUKKA FALLS)
Si una cosa nos quedó clara, es que a los kiwis (los neozelandeses) les va la caña y se les ocurren cosas increíbles.
Como por ejemplo, ir a toda velocidad por un río en un Jet Boat haciendo 360ºs y giros imposibles hasta acercarse muchísimo a la base de una de las cascadas más potentes de Nueva Zelanda mientras te salpica el spray de agua en la cara.
El Jet Boat sería algo así como una lancha diseñada para ir muy rápida y ser extremadamente maniobrable que se impulsa mediante chorros de agua (como una moto de agua).
Se encuentra en el río Waikato que desemboca en el enorme y preciosos lago Taupo.
Aquí tienes más información y la empresa que lo realiza.
Puedes hacer jet boat también en más lugares como en Queenstown u otros sitios.
Después de vivir esta experiencia, puedes ir a ver la presa que está justo al lado y ver como un río y un barranco “tranquilos” se convierten en un monstruo tremendo (más de 220.000 litros de agua por segundo) en cuestión de minutos cuando abren las compuertas de la presa de la central hidroeléctrica.
En las 3 próximas fotos puedes ver como se transforma…
4. QUEENSTOWN O LA CAPITAL MUNDIAL DE LA AVENTURA (A VISTA DE HELICÓPTERO)
Y hablando de Queenstown… sólo te diré que la llaman la “capital mundial de la aventura”.
Es una población de la región de Otago en el suroeste de la Isla Sur.
Está ubicada en un entrante de tierra en el lago Wakatipu, que es un lago de forma alargada y del que hay vistas espectaculares desde las montañas vecinas: las Remarkable Mountains y los Alpes del Sur.
Esta ciudad tiene todo tipo de lugares aptos para hacer casi cualquier deporte de aventura.
El paisaje de lagos y montañas te invita a toda clase de aventuras: trekkings, motos enduro, Jet Boat, Wakeboarding, esquí acuático, Alpinismo, Rafting, Hydrospeed, barranquismo, paracaidismo, esquí, snowboard… y casi cualquier cosa que se te pueda ocurrir.
Nueva Zelanda es llamada “La tierra de los bungys” y Queenstown es el lugar con las mejores opciones.
El primer bungee o “bungy” establecido de manera permanente fue precisamente aquí, en el puente del río Kawarau. Este Bungy sigue activo con 43 metros de altura y 5 segundos de caída libre. No es el más alto pero te permite tocar el agua si así lo deseas o incluso sumergirte completamente.
Entonces, ¿cuál es el más alto? Te presento al Nevis Bungy.
Con 134 metros de altura, el salto del Nevis es el 3er. bungy más alto del mundo y el número 1 en el hemisferio sur. Se calcula que la primera caída (antes de que la cuerda se contraiga) dura 8 segundos y la velocidad alcanzada es de poco menos de 130 kilómetros por hora.
Aquí también está el columpio más grande del mundo, igualmente en Nevis. Te eleva a 160 metros y te lanza a 120 km/h de lado a lado del cañón.
Y te puedes lanzar casi casi como te dé la gana: con alguien más, de espaldas, boca abajo, en una silla, con un bidón en la cabeza (no me lo he inventado, mira el vídeo 😉 )…
A parte del paracaidismo, también está el parapente. Según dicen, esta idea también se originó en Nueva Zelanda como una manera rápida en la que los alpinistas bajaban de las montañas.
Y en esta ciudad de “yonkis de la aventura” tienes otra modalidad que puedes encontrar en muy pocos lugares del mundo: el heliskiing y el heliboarding.
Estas dos disciplinas son básicamente lo mismo que el ski y el snowboard, pero llegando al punto de inicio de tu descenso en helicóptero.
No es sólo por puro frikismo, hay muchos lugares que solo se pueden alcanzar de esta manera y te permite hacer descensos de 1.200 metros llenos de obstáculos y por paisajes vírgenes e increíbles.
También puedes hacer cosas tan locas como el street luge…
o el hydro attack…
Nosotros, que sólo íbamos a estar un día, decidimos ver toda esta movida y paisajes brutales desde arriba volando en helicóptero.
Hay varias rutas que te permiten ver los alrededores de esta zona única y privilegiada, pasar por encima de glaciares, lagos, realizar una parada en un pico…
Sin dudarlo, el mejor “mirador” en el que he estado en toda mi vida.
Ufff… Aún recuerdo que Jeni se reía de mí porque iba TODO el rato con una sonrisa enorme y casi infantil desde que me subí al helicóptero, durante el viaje y creo que hasta una hora después de bajarme.
Y ahora escribo esto para ti con la misma sonrisa.
5. KAYAK ENTRE FOCAS (Y AVISTAMIENTO DE BALLENAS) EN KAIKOURA
Nunca olvidaremos nuestra llegada a Kaikoura.
Nunca.
Nos pilló totalmente por sorpresa.
Imagina que vas circulando con tu furgo, medio distraído, y tu copiloto te comenta mientras va mirando la costa: “mira esas rocas, parecen focas”.
Está atardeciendo, no se acaba de ver muy bien y ya lleváis varios kilómetros en la carretera (conduciendo por la izquierda) así que no le haces mucho caso, sonríes y sigues a lo tuyo.
Al rato, vuelve a comentar lo mismo: “que rocas más curiosas, parecen focas”.
Le contestas que deben ser “frocas” 😉 y empiezas a pensar que ya hace falta hacer una parada.
El jet lag (es brutal, piensa que pueden haber hasta ¡12 horas de diferencia con España!) y los kilómetros empiezan a hacer mella.
Vuelve a repetir pero ahora gritando: ¡FOCAS! ¡QUE SON FOCAS DE VERDAD! ¡AHHHHHH!
¡Una colonia ENORME de focas al lado de la carretera!
Hay focas por todos lados y no acabas de creértelo.
Paras en cuanto puedes y decides ver este espectáculo que te ha regalado Kaikoura y su atardecer.
Ya nos vas conociendo y sabrás que nos vuelve locos observar animales en su hábitat natural y con las focas fue un amor a primerísima vista. No sé que tienen que me caen muy simpáticas y me impresiona mucho verlas.
En un momento estábamos así…
Hay que ir con cuidado, especialmente con las crías y nunca ponerse entre ellas y el mar ya que pueden sentir que les cortas su huída y atacarte al verse acorraladas.
Pueden pesar más de 100 kilos y son más rápidas de lo que parece en tierra, especialmente por terreno irregular donde tú eres más torpe.
Y cuando abren la boca impresiona.
Muchas casi ni se mueven ya que están agotadas. Pueden pasar varios días en el mar sin tocar tierra (duermen en el agua) y cuando vuelven dedican la mayor parte de su tiempo a descansar.
Compartimos el atardecer (y parte de la noche, con nuestro frontal) con ellas y nos juramos que volveríamos a verlas.
Al cabo de unos días, después de dar la vuelta a la isla, no nos lo pensamos y fuimos a observarlas de la mejor manera posible: en kayak.
Es increíble poder verlas nadar a tu alrededor en el agua o verlas descansar en las rocas.
No fue nuestro caso, pero si tienes suerte puedes ver también varios tipos de delfines, ballenas, rayas gigantes, pingüinos e incluso orcas (¡qué miedo!).
¡A-L-U-C-I-N-A-N-T-E!
Y orgásmico.
En Kaikoura también puedes coger un barco e ir en busca de ballenas.
Es una zona muy especial y riquísima en vida marina ya que el lecho marino desciende hasta una profundidad de casi 1.000 m a tan sólo 3 km de la costa.
Esto, además de provocar que el agua sea muy rica en alimentos (fitoplanctons y esas cosas) permite a los animales de aguas profundas como las ballenas y delfines salir en estas aguas costeras.
Los kayaks los alquilamos aquí y puedes ver más fotos, precios y explicación de las actividades. Y éste es su canal de youtube con más videos.
Seguramente, el día que me muera, alguna de las imágenes que pasen por mi mente será de Kaikoura.
¿TE ANIMAS A ESTA AVENTURA?
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Si te gusta lo que acabas de leer, suscríbete y así te enterarás cuando volvamos a hablar de este país tan MÁGICO. Me tiene tan enamorado que con un post no me basta y seguro que vuelvo a hablar de él.
Y tú, ¿has estado en Nueva Zelanda o te gustaría ir? ¿Has probado alguna de estas actividades en otro lugar? ¿Añadirías alguna más?
Begoña dice
Aupa chic@s!
Con la boca abierta me habéis dejado.
Me transmiten mucho vuestros post 🙂 pegadita a la pantalla leyendo, viendo y sintiendo cada palabra y cada vídeo, bueno seré sincera el de la barca esa propulsada no lo he visto y el del cubo en la cabeza lo he pasado rápido rápido…
Flipada me he quedado con las Waitomo Caves… Oooohh! es que la naturaleza es “incrédivel” 😛 También me apuntaba yo a esa turistada por la cueva con ese flotador culero, la verdad, porque aunque imagino que será una visita típica a la par es del todo atípica.
¿Y ese paseito “montanbaikero”? por ese bosque de secuoyas gigantes… uuuufff me flipan las secuoyas. Por cierto, muy divertida la pose de Jeni, jejeje.
Y es que en la vida lo que puede llegar con apariencia de “gran cagada” (que se te joda la furgo) en realidad no sabes lo que te puede deparar.
¡Ale pareja! no me enrollo más, me ha encantado leeros y disfrutaros de nuevo. He flipado con lo que habéis compartido de Nueva Zelanda.
Habrá que añadir este lugar a la lista de viajes…
¡Abrazote y gracias por compartir!
montanerosviajeros dice
Pues a nosotros nos transmiten mucho tus comentarios. No es broma Begoña. 🙂
Siempre sabes sacar punta a nuestros artículos, encontrar alguna enseñanza y, sobretodo, sentirlos.
Se nota tu alma de escritora y que tu gustan las palabras, tratarlas con mimo y ver a través de ellas.
Por cierto, tenemos pendiente leernos tu libro “Manaslu”.
1000 abrazos MUY fuertes para ti y esperamos que sigas pasándote por aquí (o por Nueva Zelanda 😉 ).
Rbk dice
Qué viaje tan chulo! No conocía Nueva Zelanda desde el punto de vista de la aventura y me han entrado unas ganas de ir…!
Detalles prácticos? Dónde volasteis? Cómo os movíais por allí (me ha parecido leer la palabra mágica: furgo)? Es un viaje muy muy caro?
Muchas gracias por el post!
montanerosviajeros dice
¡Nos alegra mucho que te haya gustado!
Con que a una persona le haya encendido la llama (como nos pasó a nosotros en su día) de querer conocer este increíble país, ha valido la pena dedicarle tiempo a este post. Por lo que parece contigo lo hemos logrado así que ha sido un tiempo bien empleado. 😉
Volamos a Auckland y volvimos desde Christchurch (para no tener que volver a subir) ya que sólo estuvimos unos 20 días. El tema de los vuelos hay que mirárselo con calma ya que tendrás que hacer varias escalas y se te pueden ir fácil 1.000 euros.
Hicimos una ruta rodeando la isla norte, cogimos un ferry para saltar a la isla sur y también hicimos una ruta más o menos circular. Y como bien dices, nos movíamos en furgo. Me ha gustado mucho eso de la “palabra mágica” 😉
NZ es perfecta para recorrer en furgo Es muy segura, hay 1000 sitios buenísimos siempre para pernoctar, buenos campings también y te permitirá ir a tu aire. Mucha gente la recorre en furgo (de hecho hay agencias de viaje que te ofrecen el pack de “NZ en furgo o autocaravana”) y si vas te cruzaras con unas cuantas (aunque no hay casi tráfico). Eso sí, tendrás que conducir con el volante a la derecha.
Mi consejo es que si no dispones de mucho tiempo no intentes verlo todo. Nosotros pecamos un poco de eso. Mejor céntrate en una zona (por ejemplo isla sur) y date tiempo de disfrutarlo.
Es un viaje caro. Piensa que te vas literalmente a la otra punta del mundo (si sales desde España). El vuelo te puede costar unos 1.000 € (ves mirando en skyscanner) y el país no es de los baratos.
Lo bueno es que si vas en verano (julio/agosto) todo es más barato ya que ahí es temporada baja ya que es invierno (también hace más frío, aunque nada grave, y hay menos horas de luz).
Eso sí, no me canso de repetirlo. Es A-L-U-C-I-N-A-N-T-E.
Si quieres más info te podemos enviar la ruta que hicimos o lo que necesites. Contáctanos y te echamos una mano…
¡Gracias a ti por pasarte! 🙂