Visualiza la siguiente escena…
Estás sentado en la arena saboreando un atardecer que derrama su fuego sobre un mar cristalino. Sonriendo, piensas que seguramente es el mejor atardecer que has visto nunca.
“¡Uau!”(te oyes decir en tu cabeza).
La luz se convierte en magia y el océano se transforma en paz. Eres feliz.
La hora mágica le llaman.
Las palmeras que tienes alrededor se van convirtiendo en siluetas negras. Los barcos de madera quedan apoyados en la arena debido a la marea baja. Como si se prepararan para dormir.
Te pides una cerveza y te sientas en uno de los pufs que hay en la arena para compartirla con un grupito de españoles con los que has forjado una amistad y conexión especial estos últimos días. Ellos también están contentos.
Hoy es día de celebración.
No es para menos. Has aprendido a respirar debajo del agua.
Parece una película pero no lo es. Es tu vida.
Te acabas de sacar tu título de buceo Open Water. Pero sobretodo, eres feliz.
Bienvenido a Malapascua, amigo.
Aquí no hay coches. Ni prisas.
Pero lo que sí que hay es un ambiente muy especial. Parece que se respira mejor y cuesta muy poco sonreír.
Un lugar perfecto para sacarte un título de buceo.
(En nuestro caso el PADI Open Water).
Te lo habían dicho. Pero has oído tantas cosas que nunca sabes si creértelas.
“Malapascua es el mejor lugar del mundo para aprender a bucear y sacarse el Open Water”
No sabemos si es el mejor lugar del mundo pero lo que sí tenemos claro es que tiene varias características que la convierten en un muy buen lugar para aprender a bucear:
- Tiene escuelas de buceo de mucha calidad y con gran diversidad para elegir (nosotros lo hicimos en Sea Explorers y estamos encantados).
- Hay muchos instructores españoles por lo que puedes recibir las clases y te puedes sacar el título en español.
- Se ha creado un ambiente muy peculiar y especial que hace que disfrutes (mucho) también de los momentos en que no estás en el agua.
- Su fondo marino lleno de vida y de corales. Hay una gran oferta de dive spots y fun dives para elegir.
- Sus restaurantes y cabañas en la playa para los momentos de descanso…
- La isla tiene un rollete y ritmo caribeño.
- Es uno de los pocos (y mejores) lugares del mundo para ver al elegante tiburón zorro de una forma “fácil” y con muchas posibilidades. De hecho es una de las “adventures” (inmersión profunda a 30m) que están incluidas y forman parte del título “Advanced”. Eso significa que si te sacas el Open Water, nada más acabarlo SÍ puedes ir a ver los tiburones zorro.
De hecho nuestro amigo Edgar así lo hizo y ésto es exactamente lo que vió… ¡WTF! ¡A-LU-CI-NAN-TE!
Supongo que no es por casualidad que algunos de nuestros compañeros llegaron para probar un bautismo y acabaron sacándose el Open Water y más títulos avanzados seguidos (Advanced y Nitrox) decidiendo dejar de visitar otros lugares “imperdibles” como puede ser Palawan.
Este lugar y su ambiente diver tienen algo que te atrapa.
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Un día cualquiera en el paraíso (u… obteniendo el Open Water en Malapascua)
Te despiertas en tu cabaña en frente del mar. El ruido de las olas y el sol te invitan a salir a estrenar este nuevo día.
Decides darte un baño en la orilla para despertarte.
Desayunas mirando al mar y cuando acabas vas a la escuela de buceo descalzo.
Estudias un rato y vas al agua con tu instructor.
Practicas los ejercicios (“skills”) en alguna playa con aguas poco profundas (prácticas confinadas – el equivalente a una piscina) o vas a bucear a algún dive spot con una de estas barquitas filipinas tan características.
Mientras aprendes a bucear comienzas a alucinar con tus “compañeros de clase”: la vida que hay aquí debajo del agua.
Después te relajas en la arena en la zona chill out de tu escuela, charlas y tomas algo con tus compañeros.
Te vas a dormir agotado y contento para seguir al día siguiente…
Aquí tienes el proceso en vídeo (incluye corales y peces de colores 😉 ).
Como duelen las despedidas
Sin casi darte cuenta ha llegado el día de marcharte.
Te subes a la barquita que conecta esta isla con el resto del mundo.
Tenías pensado pasar solo 2 días pero al final se han convertido en 8. Te ha costado despedirte de este lugar y de repente te das cuenta que hasta te duele un poco.
O mucho.
Al venir pensaste que costaba un poco llegar a esta isla pero ahora te das cuenta que es mucho más difícil irse.
Miras a tus amigos y te sorprendes derramando una pequeña lágrima que te arranca el viento y la ves caer en el mar. Este mar transparente que tanto te ha dado. Se la regalas agradecido a los corales y nudibranquios de colores.
Esos que fueron testigos de la primera vez que respiraste debajo del agua. Aunque por un momento, asombrado, te quedaste sin aire…
Este artículo se lo queremos dedicar a nuestro instructor Cristo. Cuando llegamos no teníamos ni siquiera la intención de bucear y después de hablar con él supimos que teníamos que hacerlo. Y hacerlo con él.
Las primeras veces nunca se olvidan. A ti tampoco te olvidaremos. ¡GRACIAS!
También se lo dedicamos a Edgar. Compañero de batallas y quien nos dio el empujón necesario para probarlo y sacarnos el título juntos.
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¿Te gustarías aprender a bucear? ¿Has estado en Malapascua? Dínoslo en los comentarios compañero… 😉
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Dan dice
Qué pasada! Tengo en mi lista aprender a bucear pero no le he puesto fecha, me habéis dado un montón de ganas de hacerlo este año, aunque no sé si en Malapascua, aún me pilla lejos… El agua es una gozada, así que bucear debe ser mágico. Gracias por compartirlo!
montanerosviajeros dice
¡Hola!Bucear es algo mágico. Era la “ultima frontera” que nos quedaba por pasar y ha sido una de las mejores decisiones que hemos hecho en este viaje. Así que si a ti también te pica ponle fecha en cuanto puedas! (nosotros llevábamos posponiéndolo años…). ¡2 abrazos!