Muchas veces los problemas en los barrancos no se ven sino que se “oyen” venir…
En este post te vamos a enseñar unas cuantas formas de “oírlos venir”.
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#1. “Yo creo que cubre”
Un gran clásico. Llegas a un salto y un iluminado pronuncia estas palabras. ¡ERROR! Las creencias y los “yo creo” son muy peligrosas. Mejor “saber” que cubre y comprobar antes los saltos en las pozas incluso en barrancos que conozcamos muy bien.
El carácter lúdico de un barranco acuático nos puede hacer perder la percepción del riesgo y aunque a veces dé pereza rapelar o destrepar para comprobar, vale MUCHO la pena asegurarse de que nuestro compañero o nosotros no se vaya a romper una pierna o un tobillo (o algo peor) al saltar a una poza.
Los saltos son una de las mayores causas de accidentes y muchas veces son perfectamente evitables.
Los barrancos, son muy cambiantes y una crecida anterior puede haber arrastrado troncos o sedimentos que hagan variar muchísimo la profundidad de las pozas.
¡Ah! Y que el último en saltar no se olvide la mochila en la cabecera del salto. Se han dado casos… 😉
#2. “Ya que hemos venido hasta aquí…”
Esta frase sirve para muchas actividades aparte de los barrancos. Te has pegado un madrugón, has hecho un montón de kilómetros para llegar hasta ahí y cuando llegas… las condiciones no son las deseables: amenaza tormenta o hay niebla por ejemplo. ¡Vaya p*t*d*!
El hecho de que alguien pronuncie esta frase ya lleva implícito que no lo ves muy claro. Lo que debe determinar si haces una actividad o no son las condiciones que encuentras y vuestra preparación técnica y física.
Que hayáis hecho un montón de kilómetros o hayáis madrugado mucho no debe ser un criterio suficiente para decidir hacer la actividad a pesar de que las condiciones no son buenas.
Además hay que tener en cuenta las condiciones del equipo: si alguien se encuentra mal o no ha dormido, por ejemplo. Y también valorar si quizás ya es muy tarde y puede hacerse de noche.
Los barrancos, las cuevas o las montañas no se van a mover de su sitio y siempre podrás volver otro día.
#3. “Le entra más agua”
Fotografía de David Domingo (NKO): https://flic.kr/p/4Wg1rR
Día glorioso: desciendes un barranco con caudal elevado (mucha agua) pero finalmente consigues bajarlo (con o sin sufrimiento).
Cuando acabas, eufórico, piensas que todavía se puede hacer con caudal más elevado: todavía le “entra más agua” y sigue siendo posible descenderse.
ERROR: una vez acabado el descenso, piensas que ha sido fácil e infravaloras las dificultades pasadas. Te creces diciendo que le entra más agua, y vuelves otro día al barranco con más caudal.
Entonces quizás es demasiada, y tienes un accidente o te quedas bloqueado por no poder seguir haciéndolo.
“A toro pasado, todos somos Manolete”.
Un barranco puede cambiar muchísimo según el agua que lleve y convertirse en un “animal” completamente distinto. Lo que un día era un barranco fácil y divertido puede convertirse en un barranco difícil y aburrido muy jodido.
Hay que valorar el estado del barranco y no dejarse llevar por los síndromes de “ya-que-hemos-venido-hasta-aquí” y “le-entra-más-agua”.
#4. “Esta flor todavía aguanta”
En las cuerdas que usamos para realizar la actividad pueden aparecer flores. No nos referimos a esta flor tan bonita:
…sino a esta (que ya no es tan bonita ni hace mucha gracia):
Fotografía de NKO: http://www.nko-extreme.com/2012/evolucion-de-una-flor-en-una-cuerda/
Las cuerdas son uno de los elementos más importantes en la cadena de seguridad (esto es muy fácil de entender cuando estás colgado a 50 m del suelo) y que más se degradan con el uso en nuestra actividad.
Están sometidas a la fricción constante con el material “duro” (descensores, mosquetones, anclajes…), la roca, la tierra, el agua y el sol.
Hay que tener un especial cuidado con ellas y recomendamos revisarlas después de cada uso intenso para encontrar posibles anomalías que nos puedan producir un problema o accidente futuro en caso de rotura.
Una de las revisiones más importantes y fáciles es controlar la formación de “flores” o desgaste e inicio de rotura de la cuerda en un punto. Os recomendamos la lectura de este post escrito por nuestro amigo David Domingo de NKO.
La gente suele menospreciar los roces cuando realiza un barranco acuático (los cantos de las rocas suelen estar más redondeados, la cuerda está mojada y desliza mejor calentándose menos…) pero es un error grave.
Como la foto de arriba quedó la cuerda después de que una compañera hiciera un único rápel en un barranco acuático. ¡Un único rápel! Canto afilado+cuerda en tensión = ver foto arriba.
Desde ese día, nos tomamos muy en serio los roces, también en los barrancos acuáticos. No olvidéis llevar un protector de cuerdas.
#5. “Se hace buen pie”
Esta frase la suele pronunciar gente que piensa que eso de anclarse con las bagas no es tan importante.
La escena podría ser la siguiente: en la cabecera de un rápel, por ejemplo, hay alguien montándolo y llega otra persona que decide no anclarse con las bagas. “Total, se hace buen pie”.
Y no va tan desencaminado. En realidad hay espacio de sobras, no hace mucha rampa, no resbala mucho… Entonces llega otro compañero, y se pone a mirar cómo está instalando el rápel el compañero o se pone a charlar con nuestro protagonista, el “barranquero pasota”.
Ya empieza a haber menos espacio. El último en llegar se cansa de cotillear y se da la vuelta con su mochila puesta en la espalda. Entonces, da un golpe al compañero “se-hace-buen-pie-y-no-hace-falta-anclarse-con-las-bagas” y …ZAS… le empuja tirándole al agua… o a una roca.
¿No era tan mala idea anclarse con las bagas aunque se haga buen pie, no?
#6. “Saldremos por el primer escape”
Esta frase es prima hermana de la frase nº2 “Ya que hemos venido hasta aquí…”.
Se suele pronunciar cuando al llegar al inicio del barranco, hay algún factor que hace pensar que el barranco puede complicarse o llegar a no ser viable. Entonces alguien comenta: “Probamos y sino ya saldremos por el primer escape”.
Igual que hemos comentado antes, el hecho de que alguien pronuncie esta frase ya lleva implícito que no lo veis muy claro.
Pueden pasar dos cosas “malas”:
- Que no consigas llegar al escape. Y hacer un barranco de subida no es algo muy “recomendable” (posible) por decirlo de alguna manera. Creo que no hace falta comentar mucho más este punto…
- Que al llegar al escape te des cuenta que es una auténtica p*t*d*
De hecho, en muchas ocasiones los escapes son eso: ESCAPES. Lugares, “caminos” por los que escapar en caso de emergencia.
En una ocasión, estábamos haciendo un barranco y una compañera empezó a encontrarse mal. Fue empeorando hasta que ya no pudo avanzar por si misma. Parece que estaba sufriendo un corte de digestión.
Tratamos de reconfortarla y cuidarla (por suerte había una enfermera en el grupo). Le montamos un punto caliente (por suerte había en el grupo un crack que fue capaz de hacer una pequeña hoguera con ramas húmedas y cinta americana – no quiero imaginarme que puede hacer este hombre con una buena barbacoa, piñas y leña 😉 ).
En ese momento nos planteamos llamar al helicóptero. Pero empezaba a llover y el lugar donde estábamos era de muy difícil acceso por lo que era inviable.
El helicóptero no iba a venir.
Al rato, nuestra compañera mejoró levemente y tratamos de llegar al primer escape.
Empezaba a mostrar signos de hipotermia y de fatiga extrema.
Con ayuda de mucha paciencia, la fuerza de voluntad de nuestra compañera, la colaboración de todos y algún polipasto conseguimos por fin salir por el escape.
Pero no fue nada fácil. Fue algo a mitad de camino entre la épica y lo penoso.
Moraleja: cuidado con confiar en los escapes. A veces no son precisamente un camino de rosas. Parecen pensados para un jabalí muerto de hambre y en celo desde hace varias semanas y no para un barranquero cargado de material.
Hasta aquí llega nuestro repaso a las 6 frases peligrosas que deberían hacerte saltar las alarmas en un barranco o en la montaña. Esperamos que te haya gustado y que hayas desarrollado un poco más tu sentido arácnido-barranquero para “oír venir posibles problemas.”
Como despedida te dejamos esta conversación ficticia (aunque posible) que después de haber leído este post te debería hacer estallar la cabeza. 😉
Le entra más agua pero ya que hemos venido hasta aquí…
Voy a saltar: yo creo que cubre y además se hace buen pie.
Yo voy a rapelar, esta flor todavía aguanta.
Sino, saldremos por el primer escape…
Recuerda: cuanto más loca es la aventura, más cuerdo tiene que ser el aventurero.
NKO
Este post ha sido inspirado por una charla buenísima a la que asistimos dada por David Domingo, del equipo NKO.
En este enlace tienes más información sobre los seminarios que imparten sobre seguridad y gestión del riesgo en el barranquismo.
Este seminario se va impartiendo anualmente en Barcelona y en otros encuentros barranqueros.
Os recomendamos pasar por su página con un montón de información útil y lugares increíbles.
“NKO es un equipo de barranquismo o canyoning, un grupo de deportistas que compartimos la pasión por este deporte, el entorno natural, la diversión del agua y los lugares más inaccesibles.
En el equipo NKO tenemos unos valores concretos sobre el deporte que practicamos y que intentamos transmitir a todos nuestros compañeros y seguidores. Estos valores se basan en la seguridad, la diversión, la superación y el respeto a la naturaleza.”
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Viajes // Senderismo // Camping // Furgoneteo // Vías Ferratas
Escalada // Barranquismo // Espele // Kayak // + BONUS sorpresa
Si tienes preguntas déjalas en los comentarios. Si no estamos en un barranco o saliendo por el primer escape prometemos contestarlas. 😉
Joseba Z. dice
Hola Pareja!!!
Un artículo muy bueno y original!
Estaría bien hacer una de montaña. to tengo un repertorio muy divertido a la vez que espantoso!!
Os dejo una frase que yo utilizo siempre que voy a la montaña u organizo un viaje para grupos con http://www.travelingtobe.com . Esta frase SI hay que decir siempre:
EL RIESGO CERO NO EXISTE
Como bien decís en el artículo, el “YO CREO” no vale. Hay que tener en cuenta el terreno o el río, el nivel del grupo, las condiciones meteorológicas…y muchos aspectos para calcular si el riesgo es asumible o no lo es.
Me ha encantada este artículo así que lo comparto!!!
Saludos!!!
montanerosviajeros dice
Hola Joseba!
Cuando quieras estás invitado a hacer uno de montaña (o lo hacemos conjuntamente). 😉
Como se nota tu rodaje como guía de montaña y “gestor de riesgos”…
Eres un crack! Un abrazo!
Begoña dice
Holaaaa!
Me ha encantado este post. Me lo paso pipa leyéndoos, aprendo y además me hecho unas risas 😉
Yo no hice nunca barrancos aunque soy de bañarme siempre que puedo en ibones o ríos (de esos de los que sales morada si es que consigues nadar para volver a la orilla 😛 ) pero siempre en aguas calmas o con una mínima pero mínima corriente…
Me dan mucho “yuyu” los pasos estrechos o por ejemplo tener que bucear bajo alguna roca aunque sea un paso o un tramo pequeño, me ahogo sólo de imaginarlo, jajaja.
Pos na, a seguir así chicos, me encanta leeros.
Abrazote!!
montanerosviajeros dice
¡Hola Begoña!
Nos alegra mucho que disfrutes leyendo nuestros posts! Cuando quieras te llevamos a hacer un barranco o aunque sea a bañarnos en aguas en las que sales morado! 😉