Febrero de 2017. En un ataque de cordura dejamos nuestros trabajos, vendimos y regalamos todo lo que teníamos para cumplir un sueño: darle la vuelta al mundo.
Aunque en realidad fue el mundo quién nos dio la vuelta a nosotros.
Ese viaje duró 2 años, nos llevó por 3 continentes y nos cambió para siempre.
Cambió radicalmente nuestra visión de la vida y nuestra forma de viajar.
Uno puede pensar que un viaje es una colección de transportes, alojamientos, actividades y monumentos.
Pero el camino nos enseñó que un viaje, un gran viaje, está compuesto por 2 ingredientes esenciales: las personas y los momentos. Son los más valiosos.
Por eso ahora en nuestros viajes tratamos de alejarnos de los hoteles y acercarnos a las personas.
Construir los días en torno a momentos en vez de monumentos.
Lo que viene a continuación ha sido como coger el poso que deja una experiencia así y derramarlo encima de la mesa… Y lo que ha quedado son algunas personas y momentos de esos que se te clavan bien adentro.
Así que para no olvidar todo lo vivido y aprendido y para que que tú también puedas aprender e inspirarte de esa experiencia que nos cambió para siempre hemos escrito este artículo.
Esperamos que por aquí encuentres la semilla de tu próximo gran viaje…
100 experiencias y aprendizajes que nos han marcado para siempre
#1 Conducir un tuk tuk
Sri Lanka fue el inicio de la vuelta al mundo y nuestra entrada a Asia. Conducir nuestro propio tuk tuk significó dar un cambio radical al viaje. Pasamos de esquivar continuos timos y depender del transporte local a sentir la libertad viajando como hacen los locales.
#2 Safaris
En Asia también se pueden hacer safaris ¿lo sabías? Aprovechamos que en Sri Lanka son muy baratos y fáciles de organizar. Hicimos 3 en diferentes parques nacionales. Vimos cocodrilos, búfalos, ciervos, elefantes y ¡hasta al escurridizo leopardo!
#3 Aprender a bucear
En Malapascua, una pequeña isla paradisíaca de Filipinas, se nos abrió un universo paralelo: el mundo submarino. Aprender a respirar bajo el agua es como tener un super poder donde sientes que vuelas en el agua y puedes respirar en un medio que no es el nuestro por naturaleza. ¡Es una sensación increíble que solo los buceadores conocen!
#4 Nadar con delfines en libertad
Ver la aleta de un delfín a 1m delante de mí me cortó totalmente la respiración. Una mezcla de miedo y felicidad se apoderó de mi. Nunca olvidaré ese momento vivido en una pequeña bahía de Nueva Zelanda…
#5 Sorprenderme (mucho)
La naturaleza nos ha sorprendido en multitud de ocasiones, paisajes que no parecen de este planeta . ¿Te imaginas que un arco iris cayera encima de una montaña? Esto sucedió en Perú. Estar ahí nos quitó el aliento y no solo por la dificultad del trayecto que alcanza los 5.000m sino por toda la belleza que le envuelve.
#6 Cruzar el paso más alto del mundo: 5.416m
Este ha sido uno de los mayores retos que he superado en este viaje. Una travesía larga y a mucha altura: el circuito de los Annapurnas de Nepal. Superar este paso de 5.416m de altitud donde en cada paso te quedabas sin respiración por la falta de oxigeno y el peligro del mal de altura acechando en todo momento fue una superación personal que jamás olvidaré.
#7 Asomarme en un tren en marcha
Hay reglas que se rompen cuando viajas al extranjero. En India y Sri Lanka pudimos disfrutar del paisaje asomados por las puertas abiertas de un tren en marcha. ¡Una sensación no apta para gente con vértigo!
#8 Disfrutar del recorrido en tren más bonito del mundo
Plantaciones de té, cascadas, selva, ríos, vida local…El tren de Sri Lanka permite asomarte a este paisaje de tanta belleza natural.
#9 Convivir con una comunidad indígena del Amazonas
Quizás ha sido la experiencia más impactante y pura de este viaje. Una avioneta sobrevoló el infinito verde del Amazonas y aterrizó en este pequeño poblado. Vivimos con los Achuar durante casi 2 meses donde el intercambio cultural fue impresionante.
#10 Estar mes y medio sin internet
Vivir en el Amazonas nos obligó a renunciar a muchas comodidades. No había agua corriente ni tiendas ni internet…En mes y medio tuvimos solo 30min de internet. Para conseguirlo tuvimos que caminar todo 1 día entero hasta el siguiente poblado donde el camino ¡no era nada fácil!. Me quedé hundida en el barro. Si te soy sincera desconectar del exterior sirvió para conectar mucho con mi interior.
#11 Vivir 2 meses en un coche
Un coche familiar fue nuestra casa en Nueva Zelanda. Nos encanta la vida camper y aunque fuera en un espacio muy reducido lo disfrutamos. En un viaje largo y con presupuesto reducido tener transporte propio y casa a la vez ¡es todo un lujo!.
#12 Autostop
Es increíble como el gesto de levantar un pulgar puede llevarte tan lejos y abrirte tantas puertas. Así recorrimos la Patagonia argentina y chilena, gracias a la generosidad y confianza de todos los que se cruzaron en nuestros caminos.
#13 Voluntariado en un centro de rescate de primates
En India, además de perros y gatos, también se rescatan monos. Estos han sido heridos, encerrados para ser mascota o utilizados como reclamo para el turismo. Casi 2 meses estuvimos ayudando a que estos primates tengan una vida mejor ya que es imposible ser reintroducidos nuevamente a su hábitat. ¡Es importante hacer turismo sostenible!
#14 Adoptar una gatita
Un día en este centro de primates abandonaron una gatita de 10 días. Nos dijeron que tenía pocas posibilidades de sobrevivir sin su madre. Y lo mejor era sacrificarla porque ¿quien la iba a cuidar día y noche? Jorge y yo nos ofrecimos. Combinábamos el cuidado de los monos con la gatita despertándonos cada 2h por la noche para darle el biberón. Finalmente no sobrevivió pero Indi siempre vivirá en nuestro corazón.
#15 Probar el picante
Quien me conociera antes del viaje sabe que yo era especialita con la comida. Era la que decía que no me gustaba la comida sin tan siquiera probarla. Al empezar a viajar. Para mi sorpresa ahora como de todo y el picante ¡me encanta! Viajar me ha quitado todas las manías.
#16 Aprender hola, adiós y gracias en multitud de idiomas
Cada vez que entrábamos a un nuevo país aprendíamos mínimo estas 3 palabras. Eran la llave que te abría a los locales. Se les dibujaba una gran sonrisa cuando les hablábamos en su idioma natal. Pasábamos de ser un turista más a personas que se interesaban por su cultura y se habían esforzado en aprenderla.
#17 Conocer el proceso del té
En Malasia vi por primera vez esas montañas de té verdes tan fotogénicas. Y en Sri Lanka conocí su proceso. Es curioso que bebidas tan cotidianas como el té no sepamos cómo es la planta originaria ni cómo se elabora (por lo menos yo).
#18 Cruzar 5 islas y 3 ferrys con una scooter
Alquilamos una moto para ir en búsqueda de una tribu ancestral de Indonesia. Para llegar hasta ella cruzamos en varios días 5 islas. Fue toda una odisea. Una scooter, 2 personas y 1 mochila. Fue una de las mayores aventuras de este viaje.
#19 Aprender bahasa
Para llegar a la isla de Sumba por libre tuvimos que aprender bahasa ya que la tribu no hablaba nada de inglés. Durante días estuve empollando “indonesio”. Y así logramos entendernos con ellos. Aunque con la familia de la foto nos llegamos a entender sin palabras. Si 2 personas quieren se entienden, no importa idioma ni religión.
#20 Conocer una tribu con cultura megalítica
Nos impactó esta cultura tan diferente a la nuestra. Las tumbas de piedra (como se ve en la foto) yacen dentro del poblado. Estas se construyen en vida. Muchos trabajan toda la vida para poder tener su tumba. Nosotros para tener una casa. Te paras a pensar y te das cuenta de la gran influencia que tiene cada cultura en la vida de las personas.
#21 Asisitir a una boda musulmana
En Indonesia nos invitaron a una boda musulmana. Nos trataron como invitados de honor. Hasta los asistentes hicieron una gran cola para darnos la mano. ¡Nos sentimos como estrellas de Hollywood!
#22 Asisitir a una boda budista
En Sri Lanka nos invitaron a una boda budista. Fuimos a devolver las llaves de la habitación al dueño del hotel y acabamos siendo invitados a comer en una boda y ¡posando con los novios! Son de estas sorpresas que suelen suceder en los viajes.
#23 Pasar una Navidad en bañador
Unas navidades diferentes donde mi familia vino a verme a Malasia y celebramos un fin de año muy diferente al vivido hasta ahora. Al calor del tiempo se sumó el calor de la familia.
#24 Couchsurfing
Esta red social permite alojar y ser alojado en casas de desconocidos. La moneda es el intercambio cultural y una gran solidaridad viajera. Varias veces hicimos couchsurfing y nos ha regalado momentos muy especiales ya que te sumerge de lleno en la vida local. Es la manera más rápida para conocer a la gente y la cultura del país.
#25 Comer rana
A veces este intercambio cultural significa que te inviten a su comida favorita: ¡ranas!
#26 Comer larvas
En la selva del Amazonas nos invitaron a otra “delicatessen”: larvas vivas recién salidas del tronco. Fui incapaz de comérmela viva pero Jorge sí lo hizo ¡al estilo Achuar!.
#27 Realizar 12 travesías en 3 continentes
Nos encanta estar rodeados de naturaleza. La mejor manera es caminar varios días por una ruta de montaña. Así que eso hicimos aprovechando el tiempo ilimitado del que disponíamos en la vuelta al mundo. 12 travesías diferentes por Asia, Nueva Zelanda y Sudamérica.
#28 Caminar 25 días seguidos en el Himalaya
La travesía del circuito de los Annapurnas fue la más larga que hicimos. 25 días rodeados de los picos más altos del mundo y empapandonos de la cultura nepalí. Nuestra única preocupación era llegar al siguiente alojamiento. Solo por tener tiempo para saborear esta travesía sin prisas, viajar sin fecha de regreso, valió la pena.
#29 Travesía en canoa
En Nueva Zelanda hicimos una travesía muy diferente al que estábamos acostumbrados. Descendimos el río Whanganui. 3 días durmiendo en los campamentos situados al margen. Rápidos, helechos, cascadas y unas difíciles aguas bravas al final. Si quieres saber si volcamos o no en el vídeo tienes la respuesta…
#30 Voluntariado en la selva
En la selva de Ecuador ayudamos a reforzar el castellano ya que muchos no saben hablarlo. Y para ellos es importante aprender el idioma nacional del país. Tener tiempo nos permitió colaborar en voluntariados de larga duración como éste. Ha sido de las experiencias más auténticas del viaje. Fuimos a enseñar pero los Achuar nos enseñaron mucho más.
#31 Recolectores de manzanas
Trabajamos solo 1 día en un campo de manzanas. Al no tener visado de trabajo no pudimos continuar. Solo fueron unas horas y no cobramos nada pero la experiencia nos la llevamos. Era un trabajo duro y me alegré de que no nos dejaran trabajar. ¡Así tuvimos más tiempo para disfrutar de los paisajes y la naturaleza de Nueva Zelanda!.
#32 Kayak con lobos marinos
La sensación de tener lobos marinos tan cerca es indescriptible. Se acercaban curiosos a nuestro kayak oliendolo y nadando a nuestro alrededor. Somos unos amantes de los animales y nos encanta verlos en libertad.
#33 Estar en el fin del mundo
Cuando Jorge me dijo que conmigo iría hasta el fin del mundo no imaginé que me llevaría de verdad: Ushuaia: la ciudad del fin del mundo.
#34 Presenciar la fuerza de un glaciar
Perito Moreno son de esos lugares que has visto tanto por los medios que piensas que no te va a impresionar al verlo en persona. Pero me equivocaba. Fue estremecedor ver y sentir la fuerza de este glaciar que se mantiene aun sin retroceder. (Aunque por desgracia sí vimos otros glaciares que están en retroceso y a punto de desaparecer).
#35 Estar en el mayor desierto de sal del mundo
Es un lugar que recomendaría a todo el mundo. Son de esos lugares que son únicos, que no te dejan indiferente. Y estar ahí te hace sentir muy afortunada. Para mí lo que me hacen sentir los lugares me hacen rica, no el dinero. Salar de Uyuni, además de ser un lugar especial, te puedes hacer mil fotos chorras jugando con la perspectiva como en la foto de abajo ;).
#36 Ver fuego azul
El volcán Ijen son de esos lugares extraños y siniestramente hermosos. Presenciamos el inusual fuego azul junto a mineros que recogían azufre en condiciones muy duras. Son de esos sitios que te sobrecogen el alma.
#37 Conocer la planta del café
Cada día tomamos café y sin embargo no sabíamos exactamente de donde provenía. Aprovechando que fuimos a Colombia fuimos a una auténtica finca cafetera para que nos explicaran el proceso del café. ¿Sabías que el grano del café se extrae de una baya roja?
#38 Travesía de 12 días en autosuficiencia
Ha sido el trekking más duro de mi vida pero el que más me ha emocionado. Tanto por su belleza extrema como por la dificultad de esta travesía. Cada día atravesábamos un paso de montaña de más de 4.000 m. Solo llevábamos 2 mochilas cargadas de comida y una tienda de campaña. A pesar de la dureza nos llenó esa sensación de soledad y libertad en un entorno salvaje y remoto que parece de diseño.
#39 Compararme con las palmeras más altas del mundo
En el valle de Cocora vimos estas palmeras que alcanzan los 60m de altura. Parece mentira que un tronco tan delgado y alto sea tan fuerte. Estar rodeada de estas palmeras me hizo sentir tan pequeña…
#40 Escuchar rugir al volcán Bromo
El fuerte rugido de este volcán de Indonesia me sobrecogió. Sonaba como el motor de un avión a pocos metros de mi. Da miedo asomarse a su cráter donde la lava fluye muy cerca. Siempre que voy a un volcán activo ese recuerdo se me queda grabado a fuego.
#41 Participar en un congreso
Desde Colombia nos entrevistaron por internet. La ponencia era sobre cómo convertir tu blog de viajes en un proyecto de futuro. Nosotros antes del viaje teníamos un blog y durante el viaje decidimos dar un paso adelante y convertir nuestra pasión que es viajar en un negocio real.
#42 Disfrutar del presente
La ruta me ayudó a estar presente. En mi “vida anterior” al viaje estaba siempre con la cabeza a 1.000 por hora. Siempre estaba haciendo cosas y pensando en el futuro. Me olvidaba del “ahora“. El viaje me ayudó a ralentizar mis pensamientos, parar, observar mi alrededor y disfrutar del presente como nunca antes lo había hecho.
#43 Ser adoptados por una familia
Una espontánea foto en un mirador fue el inicio de una aventura de 4 días con esta familia. Hacían la misma ruta que nosotros y nos invitaron a ir con ellos. ¡11 personas en una furgoneta!. Cruzamos Ecuador con ellos y la frontera de Colombia. Nos pasaron muchas anécdotas ¡Una historia memorable!
#44 Presenciar el nacimiento de tortugas marinas
Paseando por la playa a plena luz del día la naturaleza eclosionó ante nosotros. No imaginábamos que tendríamos la suerte de ver el momento mágico en el que nacen decenas de tortugas y torpemente van hacia el mar a empezar su nueva vida. Magia en estado puro.
#45 Surfear
Aunque seamos los Montañeros Viajeros también nos gusta hacer actividades en el mar. En Sri Lanka y Bali estuvimos probando el surf. Conseguí estar en la tabla unos segundos ¡todo un logro! .
#46 Admirar amaneceres y atardeceres increíbles
Nunca olvidaré el amanecer que vi en el salar de Uyuni. El reflejo del agua hacía de espejo y el paisaje era un espectáculo de luces y colores. Un entorno sacado de otro planeta.
#47 Sentir desconocidos como amigos de toda la vida en un instante
Quizás es porque estás a miles de km de casa alejada de amigos y familiares y las emociones se intensifican. Pero hay personas que conoces en ruta y la conexión que surge es muy especial. En un viaje largo al final lo que más te marca no son los lugares que visitas sino las personas que se cruzan en tu camino.
(No pongo foto porque en una sola foto no caben todas las personas que fueron especiales para mí en este viaje).
#48 Agujerearme la piel para sacar un parásito: Nigua
Sentir y ver que muchas larvas se mueven en el interior de tu piel es una sensación desagradable. Pensar que en la selva no hay médicos es aún peor. Y cuando ves la cara de susto de un Achuar mirándote el pie diciendo: ¡Muchos!¡Maduros!” ya ni te cuento. Por suerte llevábamos una aguja de coser y una chica de la comunidad nos agurejeó el pie para sacar todos los gusanos que llevábamos dentro. Esta experiencia tampoco la olvidaremos.
#49 Subirme a un árbol para evitar la embestida de un rinoceronte.
Cuando vimos la cara de pánico del guía diciéndonos que nos subiéramos a un árbol ¡Ya! No lo dudamos ni un instante. Un rinoceronte muy enfadado se acercaba a nosotros. Es una de las situaciones más tensas y de más miedo que nos han sucedido….
#50 Observar tigres de Bengala en libertad.
En India pudimos ver tigres en su hábitat natural. Hicimos 3 intentos sin suerte. Pero en el último intento tuvimos nuestra recompensa. ¡Vimos una madre con sus cachorros!.
#51 Detención en el aeropuerto de India
En el aeropuerto, un indio trajeado y con pinganillo señala a Jorge y le dice: “Deja todas tus cosas, dame tu pasaporte y acompáñame“. Me quedé sola sin saber a dónde se lo llevaban. Sin mediar palabra se lo llevó donde la policía registraba las maletas. No cuento más porque es muy largo pero fue un susto tan grande que nunca olvidaremos.
#52 Cuestionarme nuestro culto a la muerte
Varanasi es una ciudad sagrada para los indios y si ser incinerados aquí cierran el círculo de la reencarnación. Impacta mucho ver la quema de los cuerpos mientras paseas a la orilla del Ganges. Verlo me hizo plantearme cómo se vive la muerte en mi cultura comparada con la de ellos. Y lo que es obvio porque es tu cultura de origen ya no lo ves tan obvio. Viajar me ha abierto la mente.
#53 Aceptación y preocup-Acción
En un viaje tan largo estás expuesto a muchas situaciones que escapan de tu control: trenes abarrotados, horas de retraso, todo cerrado cuando te mueres de hambre, etc. En mi rutina anterior tenía cierto control, de casa al trabajo y del trabajo a casa pocos imprevistos surgían. He aprendido a aceptar las situaciones que me sucedían sin juzgarlas. Y si algo me preocupaba pasaba a la Preocup-Acción: precuparme y actuar (sin dejar cabida a la queja que no sirve de nada).
#54 Tomarme con humor timos y estafas
Viajando te enfrentas a muchos timos. La mejor actitud es el humor. Cuando un taxista se excedía en el precio le decíamos: “¿Por ese precio tiene wifi ¿no?” Siempre con una sonrisa. Había 2 respuestas, una que se retirara ofendido y otra que él también se riera y te bajara el precio. Pero en ningún momento enfadarse. Hay que entender que para ellos somos ricos. Aunque éramos mochileros en su cultura el que puede viajar al extranjero tiene dinero.
#55 Rescatar a una chica en los Annapurnas.
Un bulto desorientado caminaba torpemente montaña abajo, con nieve alrededor y a más de 4.000m. Estaba sola y no sabía volver a su refugio. Su novio y su guía la dejaron sola esperando en el camino pero ella no soportaba el frío, se agobió y marchó. La acompañamos hasta nuestro alojamiento y ahí se reencontró con su novio que estaba desesperado pensando que algo terrible le había ocurrido.
#56 Haber “creado” una boda
Siguiendo la historia de arriba, el novio de la chica que rescatamos, pensando que la había perdido para siempre, le propuso matrimonio ese mismo día. Nos lo contó meses después y nos invitó a su boda en Bali. Nos nombró invitados de honor. No pudimos asisitir pero cuando fuimos a Indonesia nos invitó a una gran cena. Muchos de nosotros no valoramos lo que tenemos hasta que pensamos que lo perdemos. Es importante valorar a las personas que nos rodean y valorarlas antes de que sea tarde.
#57 Echar de menos a la familia
Durante la vuelta al mundo no regresamos a casa en 2 años. Yo tuve la suerte de que mis padres y mi hermano nos vinieran a ver a Malasia. Pero Jorge no pudo abrazar a su madre hasta los 2 años. Por suerte internet hace más llevadera esta distancia. Contra más tiempo pasaba de viaje, más echábamos en falta a la familia y amigos.
#58 Valorar las amistades
Hay personas que ves en tu vida diaria porque siempre lo has hecho así y dejar de hacerlo sería raro. Al viajar tomas perspectiva y rompes muchas de estas inercias. Te ayuda a recolocar qué amistades quieres cerca tuyo y cuales ya tienen que tomar otro camino. Hay lazos de amistades que se refuerzan por la distancia y otros se rompen. En el viaje vinieron a vernos algunos amigos y cuando estás tan lejos se agradece mucho sentirse como en casa.
#59 Aprender a vivir con 10€ diarios
Cuando vas con presupuesto mochilero cada € cuenta. No restábamos dinero sino días de viaje. Eso nos motivaba y nos ayudaba a controlar el gasto. En Asia y algunos países de Sudamérica es posible vivir con 10€ diarios. Si el transporte era caro hacíamos autostop, si comer era caro comíamos en puestos callejeros, etc. La clave era gastar poco e ir equilibrando el presupuesto. Viajar no es caro, irse de vacaciones sí.
#60 Bucear con tiburones
A veces nos saltábamos el presupuesto diario para hacer actividades especiales que realmente deseábamos. Como por ejemplo bucear con tiburones en una isla paradisíaca de Colombia.
#61 Valorar (mucho) las comodidades de casa
Agua corriente, ducha caliente con buena presión, taza de váter, ropa limpia, cocina propia, un buen café, enchufes, buena conexión de internet, sábanas limpias, una cama cómoda, etc. Todo esto se echa ¡mucho! de menos en un gran viaje. Para mí estas comodidades, obvias para nuestra sociedad, ahora tienen mucho más valor que antes.
#62 Transformar tu casa en una mochila de 50l
Todo lo que necesitamos durante 2 años cabía en una mochila grande y 1 pequeña. Te das cuenta de lo poco que se necesita para vivir y ser feliz.
#63 Fauna andina
La Reserva Eduardo Avaroa es uno de mis lugares favoritos. Se puede admirar la fauna andina: zorros, vizcachas, flamencos, llamas, vicuñas…Además los paisajes son surrealistas y de una belleza extrema. Me enamoró este lugar.
#64 Presenciar miles de murciélagos
En el crepúsculo de la noche nos sentamos en la boca de una cueva para ver cómo miles de murciélagos ascendían al cada vez más oscuro cielo. En silencio y quietos nos quedamos maravillados de este momento donde el día y la noche se fusionan.
#65 Emocionarme en muchas ocasiones
Ya sea por un paisaje bonito, por un reto superado, por una situación vivida…se me han escapado las lágrimas. Emocionarme me hace sentir viva. Y en este viaje he sentido que he vivido mucho.
#66 Comprobar que la bondad en el mundo supera la maldad
El mundo no es tan peligroso como nos hacen creer. En el viaje nos han ayudado en multitud de ocasiones y sin pedir nada a cambio. La generosidad se acoge y se devuelve en otros que se crucen en tu camino para que así la rueda de la bondad siga girando.
#67 Hacer un video (casi) diario
Nos pusimos el reto de hacer el “Minuto Viajero” donde hacíamos un video diario del viaje. Al principio nos daba mucha vergüenza y no sabíamos ni que decir. Pero cada vez hemos ido ganando más soltura. La mejor manera de superar vergüenza y miedos es enfrentándose a ellos.
#68 Liberarme de prejuicios
Estábamos en Indonesia cuando en Barcelona hubo un atentado terrorista reivindicado por el Estado Islámico. Recibíamos muchos mensajes de odio hacia los musulmanes. En ese momento yo estaba acogida por ellos que me trataban como familia. ¿Cómo podía odiarlos? Viajar te ayuda a no generalizar y te libera de muchos prejuicios.
#69 Pensar que íbamos a morir
En una ocasión nos vimos metidos en una película de terror. En un lugar muy remoto pensamos que quizás al día siguiente no íbamos a amanecer vivos. Por suerte la mente nos jugó una mala pasada y salimos sanos y salvos.
#70 Momentos inesperados
Reservamos un tren en India con aire acondicionado y asiento (quien ha estado con mochila sabe que eso es un lujo). Perdimos ese tren por fallo nuestro y nos quedamos sin asiento. Pero eso nos llevó a vivir una bonita experiencia con los locales. Una familia nos acogió, nos invitó a comer y cantamos todos juntos en el vagón. A veces lo que parece “malo” lleva a algo “bueno”.
#71 Descender por la carretera de la muerte de Bolivia.
Sobrevivir a la peligrosa carretera de la muerte ¡Otro reto superado!
#72 Avistamiento de ballenas jorobadas
Y otro sueño cumplido: ver ballenas jorobadas. Aunque no las vimos saltar ver este gran mamífero a pocos metros de mí fue impresionante.
#73 Tener tiempo
El tiempo ha sido de lo más valioso en este viaje. Regalarme tiempo para mí, poder parar para escucharme. Saber que quiero, que no. Y poder ver el mundo como nunca antes lo había visto, sin prisas. Saboreando lentamente cada lugar, sus paisajes, su gente…El tiempo es mi mayor tesoro.
#74 Tener libertad
El viaje nos ha dado una libertad que jamás habíamos sentido. Te despojas de todo: trabajo, familia, amigos…Solo eres tú ante el mundo. Y puedes decidir qué hacer en cada momento. El rumbo de tu vida está en tus manos. Junto con el tiempo es el mayor tesoro que nos hemos llevado en este viaje. Tiempo y libertad.
#75 Compartir tiempo con monjes budistas.
En Myanmar coincidimos con una celebración budista muy importante que solo se hace 1 vez al año. Los monjes nos invitaron a comer con ellos. Era una aldea poco turística lo que nos hizo sentirnos muy afortunados por estar ahí en ese momento
#76 Coleccionar momentos, no monumentos
Al principio del viaje queríamos ver todo lo que sale en una guía de viajes. Pero llega un punto en que te cansas de tanto ver y pasas a sentir. En nuestros viajes ahora buscamos coleccionar momentos y no tanto monumentos.
#77 Viajar en pareja
Este ha sido otro gran reto superado. Viajar 20 meses en pareja y seguir juntos. Es la mayor prueba de amor. Estar fuera de contexto alejado de todo y pasando malos momentos. Pero también muy buenos y felices. El viaje nos ha unido más que nunca y ha fortalecido aun más nuestra relación.
#78 Disfrutar de la vida simple.
Viajando te despojas de todo lo material y valoras los pequeños detalles. En Myanmar mi felicidad máxima era tomarme un té callejero con Jorge y hablar de la vida. Las pequeñas cosas son las más grandes.
#79 Volcán Rinjani
Alcanzar la cima del monte Rinjani no fue nada fácil. La ascensión era complicada. Una empinada cuesta de gravilla suelta nos hacía caer constantemente. Para ver amanecer tuvimos que levantarnos horas antes y hacer una carrera a contrarreloj contra el sol. Las vistas del volcán desde arriba compensó nuestro gran esfuerzo.
#80 Contemplar templos
Cuando pienso en templos me vienen muchos a la cabeza. Pero el lugar que destacaría es Bagan en Myanmar. Un complejo lleno de templos y pagodas. Lo mejor fue perderse y en muchos estábamos solos sintiendo esa energía especial que tiene este lugar.
#81 Adentrarme en el universo femenino
Nuestra anfitriona se ofreció a vestirme como una verdadera india. Me maquilló, me decoró y me vistió con el tradicional sari. Ser mujer viajera te acerca a las mujeres del mundo y a su universo femenino.
#82 Salvar a una india
Jorge ese día se convirtió en un héroe. Una chica cayó del tren y si no fuera porque Jorge se abalanzó a salvarla no sabemos que hubiera sido de ella, pero nada bueno. La familia tras el incidente buscó a Jorge para agradecerle haberla salvado.
#83 Monos aulladores
Estos primates tan peculiares los pudimos ver y oír en Colombia. Cuando pensábamos que ya no los íbamos a ver una manada pasó muy cerca nuestro.
#84 Conocer rincones especiales
El autostop nos llevó a rincones que no hubiéramos conocido nunca por nosotros mismos. Un día acabamos en la hacienda 3R. Un lugar en la Patagonia chilena sacado de película. Además del increíble paisaje, su gente, sin conocernos de nada, nos cuidó muchísimo. Nos invitaron a un asado y nos invitaron a dormir en su finca.
#85 Guardianes del coral
Así bautizamos a estos locales de Sumbawa. Aman su mar y quieren preservarlo. Nos enseñaron cómo salvar el coral. Esta isla es de las más desconocidas de Indonesia y atesora un fondo marino increíble.
#86 Cara a cara con un pingüino
Paseabamos al anochecer por una playa de Nueva Zelanda cuando apareció ante nosotros un pingüino de ojos amarillos. Regresaba a su nido tras un duro día de pesca. Tras el susto mutuo nos retiramos para dejarlo descansar ya que son muy asustadizos.
#87 Hospitalidad de Dan
A Dan solo lo conocíamos por las redes pero cuando se enteró que estábamos en La Paz sin dudar nos ofreció su casa ¡estando él en Méjico!. Aun tenemos pendiente de conocerle y agradecerle en persona su solidaridad. ¡Gracias Dan!
#88 Importar las cosquillas
En la selva, los Achuar no están acostumbrados a tocarse como lo hacemos nosotros. Un día empezamos a hacer cosquillas a los peques. Al principio no lo entendían pero después no paraban de pedírnoslas.
#89 Ritual de guayusa
En la madrugada, mucho antes de que amanezca, se repite cada día este ritual en cada familia Achuar. La guayusa es hervida y tomada alrededor del fuego. Se considera una planta sagrada y medicinal. Tras la ingesta, al rato se vomita. Nosotros probamos este ritual 2 veces y es toda una experiencia.
#90 Musicar una campaña electoral
Estando en la selva coincidió la campaña electoral proindígena. Venían políticos en avioneta o caminando por la selva para hacer su mítin. A Jorge le pidieron que le hiciera una canción al político en nombre de la comunidad.
#91 Snorkel
Con la máscara y el tubo hemos disfrutado muchísimo. Por ejemplo en Filipinas, cerca de la orilla y haciendo pie, vimos corales y multitud de peces de colores. Incluyendo el popular pez payaso.
#92 Relajarnos en playas paradisíacas
Además del snorkel se puede disfrutar de estas playas de arena fina y aguas cristalinas. Cuando se piensa en un viaje largo lo que hace la mente es teletransportarse a playas como ésta.
#93 Vivir en una cabaña en la playa
Despertarte y estar a un paso del mar. En Filipinas esto lo hicimos realidad.
#94 Ir a una misa Achuar
En la selva nos sorprendió que tuvieran “iglesia”. Hace 40 años un misionero los convirtió a la religión cristiana. Y cada domingo van a misa. Jorge y yo asistimos en alguna ocasión. Y en una Jorge acompañó con la guitarra los cánticos de la misa.
#95 Aprender a comer con las manos
En casa de nuestra amiga india Anjani nos invitaron a cenar. Comimos con las manos igual que hacen ellos. Se partían de risa al ver cómo lo hacíamos.
#96 Alucinar con plancton luminiscente
Presenciamos este fenómeno en Sri Lanka. Nos montamos en una barca y veíamos estelas fugaces que eran peces. La idea era nadar pero no nos atrevimos porque no paraba de iluminarse el mar en la oscuridad. Nos conformamos con contemplar este espectáculo desde la barca.
#97 Hacer el tarzán
Disfrutamos como niños saltando al agua en la selva de Filipinas.
#98 Postales viajeras
Elaboramos unas postales hechas con nuestras fotos. Al compartirlas a muchos les brillaban los ojos. Su sueño también era dejarlo todo para viajar pero nunca se habían atrevido. Nos encanta compartir sueños e inspirar.
#99 Decidir el rumbo de mi vida
En Perú nos unimos a un viaje en grupo que organizaba nuestro amigo Joseba Z. a Machu Picchu. Este viaje marcó un antes y un después en mi vida. Fue el que me hizo decidir que yo también quería transmitir mi pasión de los viajes en expediciones en grupo y asesorías viajeras.
#100 Reinventarnos.
Al iniciar el viaje no sabíamos que era un viaje sin billete de vuelta… a nuestra vida anterior. Hemos tenido mucho tiempo para pensar y ganar claridad. Y lo que tenemos claro es que queríamos crear un proyecto con propósito y alineado con nuestros valores. El viaje nos ha ayudado a sentirnos cómodos en la incertidumbre y construir nuestro propio sendero. Ya no escuchamos lo que quiere la sociedad sino lo que realmente queremos nosotros que es transmitir nuestra pasión por los viajes ¡y viajar!.
He de confesarte que mientras escribía esto han empezado a fluir recuerdos, olores, personas y momentos. Y alguna lágrima.
No la puedes ver pero te juro que esa lágrima está en mi mejilla.
Un huracán ingobernable de sensaciones, olores, personas, sentimientos que me golpean con dulzura…
Un huracán agradable pero tan intenso. Tan intenso…
Como ecos lejanos rebosantes de vida que rebotan en mi interior. REBOTAN, rebotan, rebot…
Lo noto en el pecho sobretodo. Pero también en las manos y en los pies. Y en el cuello al tragar.
Aunque lo mejor de un viaje no se puede captar en una foto.
No hay mejor sensación que la de volver de un viaje con un montón de cosas… dentro.
Este gran viaje nos hizo replantearnos nuestra escala de valores y ser conscientes que queríamos aprovechar bien el mayor tesoro que tenemos: el tiempo.
Invertirlo en algo que nos haga felices y que haga felices a los demás.
Por eso ahora nos dedicamos a que otra gente pueda vivir lo mismo que vivimos nosotros organizando viajes de aventura en grupo y asesorando a otros viajeros que quieren vivir aventuras y descubrir este mundo fascinante a través de nuestro proyecto “Montañeros Viajeros”.
Tu turno:
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Estefanía dice
Nos encantó leeer ! Vuestra aventura ! Nos ha inspirado muchísimo ! Nos alegramos muchísimo por vosotros ! Me tram Teo el viajar después Ali nuevo